Cuando ya haya dejado de fumar, el próximo paso es mantenerse lejos del cigarrillo. Aproximadamente, los primeros tres meses sin fumar representan el período más difícil. La mayoría de las personas que reinciden lo hacen durante ese período. Durante esos tres primeros meses, ya han vencido la adicción física pero todavía no han podido derrotar la dependencia psicológica que tienen con el cigarrillo.
A veces, un solo cigarrillo es suficiente para hacerlo volver al hábito de fumar. Tenga algunas ideas pensadas para luchar contra la tentación. Por ejemplo, planee tomar un baño, comer goma de mascar sin azúcar, beber un poco de agua, encontrar algo para hacer con las manos, o salir a tomar un poco de aire fresco cuando lo invadan las ganas de fumar.
Si sabe que estará rodeado de fumadores, esté preparado para afrontar la situación. Practique la respuesta que les dará a los que le ofrezcan un cigarrillo. Busque a aquellas personas del grupo que no fuman. No pida disculpas por no fumar.
Si no puede evitarlo y fuma un cigarrillo, luego tendrá que renovar su decisión de dejar el hábito. Concéntrese en aprender de su error, no en reprochárselo. Analice por qué cometió esa equivocación y cómo podría evitar volver a equivocarse en el futuro.
Una vez que el metabolismo de su cuerpo vuelve a la normalidad, es posible que aumente un poco de peso. En promedio, las personas aumentan aproximadamente 3 kilos (7 libras). Si le preocupa el aumento de peso, consulte con su dietista acerca de modificar su plan de alimentación y si rutina de ejercicio físico.
Luego de dejar de fumar, también será necesario que se mantenga en contacto con su profesional de la salud. Probablemente, su control de la diabetes mejorará. Si así fuera, el profesional de la salud probablemente querrá cambiarle sus dosis de insulina o su programa de medicación para la diabetes. Además, si usted se está tratando por problemas de presión arterial alta o niveles de colesterol elevados, es probable que su estado mejore tanto que el profesional de la salud decida cambiarle el tratamiento.
Recuerde: dejar de fumar es probablemente lo más importante que usted puede hacer por su salud y por las personas que lo rodean.
A veces, un solo cigarrillo es suficiente para hacerlo volver al hábito de fumar. Tenga algunas ideas pensadas para luchar contra la tentación. Por ejemplo, planee tomar un baño, comer goma de mascar sin azúcar, beber un poco de agua, encontrar algo para hacer con las manos, o salir a tomar un poco de aire fresco cuando lo invadan las ganas de fumar.
Si sabe que estará rodeado de fumadores, esté preparado para afrontar la situación. Practique la respuesta que les dará a los que le ofrezcan un cigarrillo. Busque a aquellas personas del grupo que no fuman. No pida disculpas por no fumar.
Si no puede evitarlo y fuma un cigarrillo, luego tendrá que renovar su decisión de dejar el hábito. Concéntrese en aprender de su error, no en reprochárselo. Analice por qué cometió esa equivocación y cómo podría evitar volver a equivocarse en el futuro.
Una vez que el metabolismo de su cuerpo vuelve a la normalidad, es posible que aumente un poco de peso. En promedio, las personas aumentan aproximadamente 3 kilos (7 libras). Si le preocupa el aumento de peso, consulte con su dietista acerca de modificar su plan de alimentación y si rutina de ejercicio físico.
Luego de dejar de fumar, también será necesario que se mantenga en contacto con su profesional de la salud. Probablemente, su control de la diabetes mejorará. Si así fuera, el profesional de la salud probablemente querrá cambiarle sus dosis de insulina o su programa de medicación para la diabetes. Además, si usted se está tratando por problemas de presión arterial alta o niveles de colesterol elevados, es probable que su estado mejore tanto que el profesional de la salud decida cambiarle el tratamiento.
Recuerde: dejar de fumar es probablemente lo más importante que usted puede hacer por su salud y por las personas que lo rodean.
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